sábado, 2 de julio de 2011

Reescribir

No será para nadie extraño que regrese a escribir en mi antiguo blog, sin razones aparentes como las que parecen moverme continuamente, decidí dar un par de palabras a mis viejas letras; esas que tienen más contenido, donde la cabeza hablaba más que las emociones.

Los recorridos han sido muchos, la gente ha ido y venido en ese remolinear del viento, los que han podido mantenerse se han quedado, los más se han ido marchando por decisión mía o de ellos, los recuerdos se han reducido a los que se desenvuelven dentro del lazo familiar y los que han circulado alrededor de mi mínima estancia fuera del país.

Me he declarado en contra de esa bola de pseudo intelectuales, izquierdosos, disque artistas, melómanos y auténticos, no he podido reparar en seguirlos escuchando, creo que solo caemos en el juego de querer ser lo mejor y me aburro siempre de escuchar en todos el mismo discurso. Luego entonces he prestado atención a la gente que habla menos, a la que decide anteponer un hecho a un montón de palabras y ya en más de una ocasión me han dicho pragmático, lo raro es que siempre me lo han dicho personajes que están en contra de las etiquetas de todo tipo.

¿El ego? Pucha jamás he podido dejarlo, a veces creo que no es ego, sino mi más sincero deseo de no ser hecho menos, no reparo en quejarme cuando debo hacerlo, ni tampoco cuando me siento agredido, ya es bastante difícil vivir en esta megalópolis donde cada uno va mirando a otros lados para no toparse con la figura de los muchos extraños como para todavía tener que ser sometido por los pocos conocidos.

El único resultado que podría esperar es poder moverme con un mínimo de soltura (ya no hablo de libertad por la cantidad de mamadas que me dicen en contra del termino y me aburre leer o escuchar) darle el lujo de hacer mi mundo en pequeños fragmentos vueltos escritos, chismes, cuentos o aquello por lo cual tenga el deseo de hacer, lejos (lo más posible) del modo perfecto para que me encasillen en mal redactor, sin talento o aquellas nimiedades de las que somos participes nos guste o no.

domingo, 23 de enero de 2011