...por que darle poder a un adiós es disminuir la gracia del reencuentro...
miércoles, 27 de mayo de 2009
CAPITULO UNO
El hombre corrió desnudo, no supo como esconderse, estaba acorralado, trato de mirar, buscando furtivamente una salida, pero era tarde, había caído preso, fue capturado y llevado a donde jamás imagino… a si mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario