Según Bauman en un mundo individualizado las relaciones son una bendición a media, pocos buscan la seriedad del amor otrora, puesto que al comprometernos estamos limitando nuestras posibilidades amorosas, es mejor pensar dos veces antes de decir con quienes desearemos pasar nuestra vida. ¿Es en verdad un problema o una solución? La respuesta mi querido amigo esta en el llamado relativismo, si algo podemos agradecer a Bauman es su seriedad y subjetividad al hablar de los amores líquidos, jamás se cuestiona lo bueno o lo malo, su objetivo es simplemente dejar en claro lo que el observa, sin ningún prejuicio. El Internet ha sido la herramienta más eficaz para este estudio, ya no hablamos de enamorarnos de hacer uniones, ahora hablamos de conectarnos, es mucho más sencillo hablar de redes, en donde la matriz principal es capas de conectarnos y desconectarnos en el momento en que esto nos parezca adecuado, las relaciones entonces son un juego que aplacer pueden estar y no estar, nuestros nuevos amores de cinco minutos (por decir un tiempo) no necesitan de gran cuidado, es más en el momento en que nos parezca aburrido el prototipo que tenemos enfrente podemos desconectarlo de nuestra lista y llamar al siguiente, así evitaremos los largos tramites del divorcio, ya no somos un contrato que se vuelve indeseable y en algunos casos indisoluble, existe la ley propia del amor líquido, no hay necesidad de leyes morales que nos llenen de prejuicio, es más, si así lo desea, puede tener no solo una sino muchas redes disponibles en el mismo momento, nadie lo juzgara, solo usted puede juzgarse, solo tenga cuidado, si no logra adaptarse a los nuevos modelos estar fuera del mercado sexual de los amores líquidos y como diría mi querido escritos ”Cuando la calidad nos da sostén, tendemos a buscar remedio en la cantidad. Si el compromiso no tiene sentido y las relaciones ya no son confiables y difícilmente duren, nos inclinamos a cambiar l apareja por las redes.” (Bauman, 2006).
Suerte en su nuevo camino. (Continuara)
MEXICO A 17/01/09 por MENDEZ CRUZ MIGUEL ANGEL
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