EL OTRO INICIO, O DEL VERDADERO ACTUAL.

En el callejón todo era calma, el borro su mundo, o por lo menos eso creía, estaba lleno de resentimiento, comenzaba a odiar nuevamente a la gente, exceptuando un par de personas; detestaba su escena, el color gris de la cuidad lo marchitaba, seguir comprobando “que pequeño es el mundo” lo único que le garantizaba era una inmersión mas rápida en la idea del suicidio. No logra adaptarse, es un individuo poco amable, sabe ser político, pero por dentro desearía ver como se desangran los que tiene enfrente de sí, y cuando pensaba eso se reía por dentro, tiene aun una vaga ilusión de trabajar en lugares apartados, lejos de la ignominia, de la miseria de ver la decadencia social, aun más de escuchar las mismas farsas, de ver a todos sentirse especiales, cuando son la misma gata pero revolcada. En fin su vida se ha vuelto fría, y exceptuando a las personas que les guarda afecto, gustaría de ver masacrados a los que mas risa le causan, su horario de dormir se limita a dos horas de sueño; sus sueños son pocos y su pesadez mucha, a veces se le ve marchando por la cuidad, el color de sus ojos se va derritiendo, y la indiferencia va consumiendo poco a poco sus huesos…