jueves, 11 de marzo de 2010

12-Marzo-2010

Seis días son nada para decir de un lugar, pero si para decir de mi mismo, buenos comienzos volverse una pieza exótica en un museo lejano, fingir cordura, y las lágrimas en silencio manchan esos negros vestidos de universo impregnado. Soy el caminante alegre infeliz y neutro, paradojas de largas horas de canciones entretejidas con versos de antipoesia. Flemáticos suspiros donde la noche es un rebote incapaz de detenerse, y el mundo aquí también rebota. Muchos rostros, pero descartados de las grandes explosiones del cosmos de mis resoplan tes ojos. Esa cara y ese estilo, suspicas, capaz de enamorarme con unas palabras, con una paseo, las calles son esas calles que recuerdo de una niñez olvidada y la mezcla de miedo, nostalgia y alegría rellena mi aura que no gusta de explicarme que sucede. En fin todo se mueve a un ritmo lento, nada es, todo es...

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